Cómo preparar tus archivos para impresión: Errores comunes y cómo evitarlos

Preparar un archivo para impresión es un paso crucial para obtener resultados profesionales. Sin embargo, es común cometer errores que pueden afectar la calidad final del material impreso. A continuación, te mostramos los errores más frecuentes y cómo evitarlos para garantizar una impresión impecable.

1. No utilizar el modo de color adecuado

Uno de los errores más comunes es trabajar en RGB en lugar de CMYK. La impresión comercial utiliza el modo de color CMYK, por lo que si tu diseño está en RGB, los colores pueden verse diferentes en la impresión final.

Solución: Asegúrate de convertir tu archivo a CMYK antes de enviarlo a impresión para evitar sorpresas desagradables en los colores.

Además, es recomendable solicitar una prueba de impresión para verificar que los colores sean los esperados, ya que las pantallas pueden mostrar variaciones con respecto a la impresión real.

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2. Resolución insuficiente

Las imágenes con baja resolución pueden aparecer pixeladas o borrosas en la impresión. La resolución ideal para impresión es de 300 dpi (puntos por pulgada).

Solución: Trabaja siempre con imágenes de alta resolución y verifica que los archivos tengan la calidad adecuada antes de enviarlos.

También es importante evitar el uso de imágenes descargadas de internet que puedan tener una resolución baja o estar comprimidas, ya que esto afectará la nitidez del resultado final.

3. No incluir sangría y margen de seguridad

La sangría es el espacio adicional alrededor del diseño que permite cortes precisos sin perder información importante. Sin ella, podría haber bordes blancos no deseados.

Solución: Agrega al menos 3 mm de sangría en cada lado y mantén los elementos importantes alejados del borde de corte.

Además, asegúrate de que el contenido crucial, como textos o logotipos, esté dentro de la zona de seguridad, evitando así que se corte durante la producción.

4. Fuentes no incrustadas o convertidas a contornos

Si las fuentes no están incrustadas o convertidas a curvas, pueden sustituirse por otras al abrir el archivo en otro equipo, afectando el diseño final.

Solución: Convierte las fuentes a contornos o incrústalas antes de guardar tu archivo.

Si trabajas con documentos en PDF, verifica la opción de “Incrustar todas las fuentes” para asegurarte de que el diseño se mantenga intacto.

5. Formatos de archivo incorrectos

Enviar un archivo en un formato incorrecto puede hacer que la impresión no salga como esperas. Los formatos recomendados son PDF en alta calidad, TIFF o EPS.

Solución: Consulta con la imprenta de talonarios u otros artículos el formato ideal y guarda tu archivo en la mejor calidad posible.

Si bien los archivos JPEG y PNG son populares en digital, no siempre son ideales para impresión debido a la compresión de la imagen. Un archivo PDF con las configuraciones adecuadas es la mejor opción.

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6. Uso incorrecto del negro

En diseños de impresión, el negro puro (C:0 M:0 Y:0 K:100) puede verse grisáceo. Para un negro intenso, se recomienda usar un “negro enriquecido” con una combinación adecuada de CMYK.

Solución: Usa valores como C:60 M:40 Y:40 K:100 para un negro profundo en impresiones grandes.

Para textos pequeños, sin embargo, es preferible utilizar negro puro (K:100) para evitar problemas de registro al imprimir.

7. No revisar el archivo final antes de enviarlo

Errores ortográficos, colores incorrectos o elementos desalineados pueden detectarse con una revisión final.

Solución: Revisa tu archivo minuciosamente antes de enviarlo a impresión. Si es posible, imprime una prueba en casa para detectar posibles errores.

Realizar una verificación con otros miembros del equipo también puede ayudar a detectar errores que pudieran haber pasado desapercibidos.

8. No considerar el tipo de papel y acabado

El tipo de papel y acabado influye en el resultado final, pero muchas veces no se toma en cuenta hasta que ya es tarde.

Solución: Consulta con la imprenta sobre las opciones disponibles de papel y acabados como mate, brillante o texturizado para asegurarte de que se adapten a tu diseño y necesidades.

El grosor del papel también es importante, especialmente en tarjetas de presentación o folletos que requieren mayor durabilidad.

9. No probar diferentes versiones del archivo

A veces, un diseño puede verse bien en pantalla, pero al imprimirlo aparecen errores inesperados.

Solución: Guarda versiones del archivo con distintas configuraciones y solicita pruebas de impresión para elegir la mejor opción antes de la producción final.

Conclusión

Preparar correctamente un archivo para impresión puede evitarte muchos dolores de cabeza. Siguiendo estos consejos, te asegurarás de que tu material impreso tenga la mejor calidad posible, ahorrando tiempo y costos adicionales por errores evitables.

Además, mantener una comunicación clara con la imprenta y seguir sus recomendaciones garantizará que el resultado final sea el esperado.